8. Esperanza de Israel,salvador en la desgracia,¿por qué te estás portandocomo un forastero en el país,lo mismo que un transeúnteque solo se queda a pernoctar?
9. ¿Por qué te estás portandocomo quien está adormecido,como guerrero incapaz de salvar?Pero tú, Señor, estás entre nosotros,somos reconocidos por tu nombre.¡No nos abandones!
10. Así piensa el Señor de este pueblo: Cierto, les gusta moverse y no ponen freno a sus pies. Pero el Señor no se complace en ellos: ahora se acuerda de sus culpas y va a castigar sus pecados.
11. Me dijo el Señor:—No intercedas por el bien de este pueblo.
12. Aunque ayunen, no pienso escuchar sus gritos; y, aunque ofrezcan holocaustos y sacrificios, no voy a complacerme en ellos. Los pienso aniquilar mediante la espada, el hambre y la peste.
13. Yo respondí:—¡Ay, Señor mi Dios! La culpa es de los profetas que les dicen: «No verán la espada ni pasarán hambre; les concederé permanente seguridad en este lugar».