8. Cuando el hombre y su mujer sintieron los pasos de Dios, el Señor, que estaba paseando por el jardín al fresco de la tarde, corrieron a esconderse entre los árboles del jardín para que Dios no los viera.
9. Pero Dios, el Señor, llamó al hombre diciendo:—¿Dónde estás?
10. El hombre contestó:—Te oí en el jardín, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.