15. Joyadá envejeció y murió de edad muy avanzada: cuando murió tenía ciento treinta años.
16. Fue sepultado con los reyes en la ciudad de David, pues había hecho el bien en Israel, con Dios y con su Templo.
17. Después de la muerte de Joyadá, los jefes de Judá vinieron a rendir homenaje al rey y el rey les prestó atención.
18. Pero luego se desentendieron del Templo del Señor, Dios de sus antepasados, y dieron culto a los postes sagrados y a los ídolos, pecado que desencadenó la cólera divina contra Judá y Jerusalén.
19. El Señor les envió profetas para hacerlos volver a él, pero no hicieron caso de sus advertencias.