20. Yo lanzaré tres flechas en esa dirección, como si tirase al blanco;
21. luego mandaré al criado a buscarlas. Si le digo: «Mira, las flechas están más acá, recógelas», entonces puedes venir, pues estás a salvo y no hay peligro, ¡vive Dios!
22. Pero si le digo al mozo: «Mira, las flechas están más allá», entonces márchate, pues el Señor quiere que te vayas.
23. En cuanto a lo que hemos hablado tú y yo, el Señor es testigo entre los dos para siempre.