7. Tú que presumes de ser una grandiosa montaña, quedarás convertida en llanura ante Zorobabel que extraerá de ella la piedra angular mientras proclaman: «¡Qué hermosa es, qué hermosa!».
8. Me dirigió también el Señor esta palabra:
9. —Las manos de Zorobabel pusieron los cimientos de este Templo y ellas rematarán la obra. así reconoceréis que ha sido el Señor del universo quien me ha enviado a vosotros.