11. Porque en Dios no caben favoritismos.
12. Quienes han pecado sin estar bajo la ley, perecerán sin necesidad de recurrir a la ley; y quienes hayan pecado estando bajo la ley, por ella serán juzgados.
13. Porque no basta escuchar la ley para que Dios nos restablezca en su amistad; es necesario cumplirla.
14. Y es que si los paganos, que no tienen ley, actúan de acuerdo con ella movidos de la natural inclinación, aunque parezca que no tienen ley, ellos mismos son su propia ley.