10. Y cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron curado al asistente.
11. Algún tiempo después, Jesús, en compañía de sus discípulos y de otra mucha gente, se dirigió a un pueblo llamado Naín.
12. Cerca ya de la entrada del pueblo, una nutrida comitiva fúnebre del mismo pueblo llevaba a enterrar al hijo único de una madre que era viuda.
13. El Señor, al verla, se sintió profundamente conmovido y le dijo:— No llores.