11. El año cincuenta será para vosotros año jubilar: no sembraréis, ni cosecharéis los rebrotes de la última siega, ni vendimiaréis las uvas que pueda producir vuestro viñedo.
12. Es año jubilar y debe ser sagrado para vosotros: comeréis solo lo que la tierra espontáneamente produzca.
13. En este año de jubileo cada uno recuperará su propiedad.
14. Por tanto, si compráis o vendéis algo a vuestro prójimo, que nadie engañe a su hermano.