13. Los ángeles le preguntaron:— Mujer, ¿por qué lloras?Ella contestó:— Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.
14. Volvió entonces la vista atrás, y vio a Jesús que estaba allí, pero no lo reconoció.
15. Jesús le preguntó:— Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando?Ella, creyendo que era el jardinero, le contestó:— Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo.
16. Entonces Jesús la llamó por su nombre:— ¡María!Ella se volvió y exclamó en arameo:— ¡Rabboní! (que quiere decir «Maestro»).