9. El Señor ha expulsado delante de vosotros a pueblos numerosos y fuertes, y nadie os ha podido resistir hasta el presente.
10. Uno solo de vosotros era capaz de perseguir a mil, porque el Señor mismo, vuestro Dios, era quien peleaba en vuestro lugar tal como os tenía prometido.
11. Procurad con todo empeño amar al Señor, vuestro Dios: en ello os va la vida.