18. He oído claramenteel lamento de Efraín:«Me has tratado con durezacomo a un novillo sin domar,y ya estoy escarmentado.Haz que vuelva y volveré,pues tú eres mi Dios, Señor.
19. Tras volver, me he arrepentido;ahora que lo he comprendidome doy golpes en el muslo.Estoy abochornado y avergonzado,al tener que soportar la vergüenzade lo que hice en mis años mozos».
20. ¿No es Efraín mi hijo querido?¿No es mi niño encantador?Cada vez que lo reprendo,vuelvo a acordarme de ello,mis entrañas se conmueven,me apiado sin falta de él—oráculo del Señor—.