Hechos 2:22-30 La Palabra Versión Española (BLP)

22. Escuchad esto, israelitas: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios avaló ante vosotros con los milagros, prodigios y señales que, como bien sabéis, Dios realizó entre vosotros a través de Jesús.

23. Dios lo entregó conforme a un plan proyectado y conocido de antemano, y vosotros, valiéndoos de no creyentes, lo clavasteis en una cruz y lo matasteis.

24. Pero Dios lo ha resucitado, librándolo de las garras de la muerte. Y es que no era posible que la muerte dominase a aquel

25. a quien se refiere David cuando dice: Sentía constantemente al Señor junto a mí, ya que está a mi lado para impedir que caiga.

26. Por eso se alegra mi corazón, canta gozosa mi lengua y hasta mi cuerpo rebosa de esperanza.

27. Porque no me abandonarás al poder del abismo ni permitirás que tu elegido se corrompa .

28. Me has enseñado el camino que conduce a la vida y tu presencia me llenará de alegría.

29. Hermanos, voy a hablaros con franqueza: a nadie se le oculta que nuestro antepasado David murió y fue enterrado; es más, su tumba se conserva todavía entre nosotros.

30. Pero como era profeta y sabía que Dios le había prometido solemnemente que un descendiente de su misma sangre había de sucederle en el trono,

Hechos 2