47. Labán llamó a aquel lugar Jegar Saadutá, y Jacob lo llamó Galaad.
48. Labán añadió:—Este majano es hoy un testimonio entre nosotros.Por eso aquel lugar se llamó Galaad,
49. y también Mispá, porque Labán juró:—¡Que el Señor nos vigile cuando nos hayamos separado!