13. En el primer año de su reinado, Ciro, rey de Babilonia, ordenó que este Templo de Dios fuera reedificado.
14. Los objetos de oro y plata que Nabucodonosor había tomado del Templo de Jerusalén y que llevó al templo de Babilonia, los sacó Ciro del templo de Babilonia y los confió a Sesbasar, a quien había nombrado gobernador,
15. diciéndole: “Toma estos objetos y llévalos al Templo de Dios que debe ser reedificado en su emplazamiento original de Jerusalén”.