12. En pleno apogeo de la rebeldía, le fueron entregados el ejército y el sacrificio permanente; acabó con la lealtad y tuvo éxito en todo cuanto emprendió.
13. Oí entonces hablar a uno de los santos, mientras otro le preguntaba:—¿Cuánto durará todavía esta visión del sacrificio permanente [suprimido], la profanación devastadora, el santuario entregado y el ejército [del cielo] pisoteado?
14. El otro respondió:—Durará dos mil trescientas tardes y mañanas. Después será purificado el santuario.
15. Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y hacía lo posible por entenderla, se presentó ante mí alguien con aspecto humano.