6. Finalmente, hermanos, esto es lo que os mandamos en nombre de Jesucristo, el Señor: que os mantengáis apartados de todo hermano que viva ociosamente y no siga la tradición que ha recibido de nosotros.
7. Conocéis perfectamente cómo podéis imitarnos, pues no vivimos ociosamente entre vosotros
8. ni comimos de balde el pan de nadie. Al contrario, trabajamos día y noche hasta casi extenuarnos, con el fin de no ser gravosos a ninguno de vosotros.
9. ¡Y teníamos derecho a ello! Pero quisimos ofreceros un ejemplo que imitar.
10. Estando entre vosotros os inculcamos ya esta norma: el que no quiera trabajar, que tampoco coma.