1 Samuel 30:2-8 La Palabra Versión Española (BLP)

2. y se habían llevado prisioneros a las mujeres, a los pequeños y a los ancianos del lugar. Aunque no habían matado a nadie, se los habían llevado y habían seguido su camino.

3. Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad y vieron que había sido incendiada, y que sus mujeres, hijos e hijas habían sido hechos prisioneros,

4. se pusieron a gritar y a llorar, hasta quedarse sin fuerzas.

5. También habían capturado a las dos mujeres de David, Ajinoán, la de Jezrael, y Abigail, la mujer de Nabal, el de Carmel.

6. David estaba muy preocupado, porque la gente, afligida por sus hijos e hijas, hablaba de apedrearlo. Pero, reconfortado por el Señor, su Dios,

7. pidió al sacerdote Abiatar, hijo de Ajinoán:—Tráeme el efod.Abiatar le llevó el efod

8. y David consultó al Señor:—¿Puedo perseguir a esa banda? ¿Los alcanzaré?El Señor le respondió:—Persíguela, porque los alcanzarás y liberarás a los prisioneros.

1 Samuel 30