9. Pero ellos olvidaron al Señor su Dios y él los entregó en poder de Sísara, general del ejército de Jasor, y en poder de los filisteos y del rey de Moab, que lucharon contra ellos.
10. Entonces clamaron al Señor, diciendo: «Hemos pecado, abandonando al Señor para rendir culto a las imágenes de Baal y de Astarté. Líbranos del poder de nuestros enemigos y te serviremos».
11. Y el Señor envió a Jerubaal, a Barac, a Jefté y a Samuel para que os librasen del poder de vuestros enemigos vecinos y pudieseis vivir tranquilos.
12. Ahora, cuando habéis visto que Najás, el rey de los amonitas, os amenazaba*, me habéis pedido un rey que os gobernara, aunque el Señor vuestro Dios era vuestro rey.
13. Pues bien, ahí tenéis al rey que habéis elegido y que habéis exigido. Ya veis que el Señor os ha dado un rey.