30. A los que predestinó, a ésos también llamó. A los que llamó, a ésos también justificó. A los que justificó, a ésos también glorificó.
31. Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
32. El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?
33. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.