Mateo 27:47-57 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

47. Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: "Este llama a Elías."

48. Al instante, uno de ellos corrió, y tomando una esponja, la empapó en vinagre, y poniéndola en una caña, Le dio a beber.

49. Pero los otros dijeron: "Deja, veamos si Elías Lo viene a salvar."

50. Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu.

51. En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron;

52. y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron;

53. y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos.

54. El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: "En verdad éste era Hijo de Dios."

55. Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos.

56. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57. Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.

Mateo 27