Lucas 8:37-51 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

37. Entonces toda la gente (la multitud) de la región alrededor de los Gadarenos Le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El, entrando a una barca, regresó.

38. Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo:

39. "Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti." Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.

40. Cuando Jesús volvió, la multitud Lo recibió con gozo , porque todos Lo habían estado esperando.

41. Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;

42. porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre Lo apretaba.

43. Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, sin que nadie pudiera curarla,

44. se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.

45. Y Jesús preguntó: "¿Quién es el que Me ha tocado?" Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: "Maestro, las multitudes Te aprietan y Te oprimen."

46. Pero Jesús dijo: "Alguien Me tocó, porque me di cuenta de que había salido poder de Mí."

47. Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual Lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

48. Y El le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz."

49. Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de la casa de Jairo, oficial de la sinagoga, diciendo: "Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro."

50. Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: "No temas; cree solamente, y ella será sanada."

51. Al llegar Jesús a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo (Santiago), y el padre y la madre de la muchacha.

Lucas 8