Josué 24:15-26 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

15. "Y si no les parece bien servir al SEÑOR, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR."

16. Y el pueblo respondió: "Lejos esté de nosotros abandonar al SEÑOR para servir a otros dioses.

17. "Porque el SEÑOR nuestro Dios es el que nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre, el que hizo estas grandes señales delante de nosotros y nos guardó por todo el camino en que anduvimos y entre todos los pueblos por entre los cuales pasamos.

18. "Y el SEÑOR echó de delante de nosotros a todos los pueblos, incluso a los Amorreos, que moraban en la tierra. Nosotros, pues, también serviremos al SEÑOR, porque El es nuestro Dios."

19. Entonces Josué dijo al pueblo: "Ustedes no podrán servir al SEÑOR, porque El es Dios santo. El es Dios celoso; El no perdonará la transgresión de ustedes ni sus pecados.

20. "Si abandonan al SEÑOR y sirven a dioses extranjeros, El se volverá y les hará daño, y los consumirá después de haberlos tratado bien."

21. Respondió el pueblo a Josué: "No, sino que serviremos al SEÑOR."

22. Y Josué dijo al pueblo: "Ustedes son testigos contra sí mismos de que han escogido al SEÑOR para servirle." "Testigos somos;" le contestaron.

23. "Ahora pues," les dijo Josué, "quiten los dioses extranjeros que están en medio de ustedes, e inclinen su corazón al SEÑOR, Dios de Israel."

24. Y el pueblo respondió a Josué: "Al SEÑOR nuestro Dios serviremos y Su voz obedeceremos (escucharemos)."

25. Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel día, y les impuso estatutos y ordenanzas en Siquem.

26. Josué escribió estas palabras en el Libro de la Ley de Dios. Tomó una gran piedra y la colocó debajo de la encina que estaba junto al santuario del SEÑOR.

Josué 24