25. De hierro y de bronce serán tus cerrojos, Y tan largo como tus días será tu reposo.
26. Nadie hay como el Dios de Jesurún (Israel), Que cabalga los cielos para venir en tu ayuda, Y las nubes, en Su majestad.
27. El eterno Dios es tu refugio, Y debajo están los brazos eternos. El echó al enemigo delante de ti, Y dijo: '¡Destruye!'
28. Por eso Israel habita confiado, La fuente de Jacob habita separada En una tierra de grano y vino nuevo; Sus cielos también destilan rocío.
29. Dichoso tú, Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR? El es escudo de tu ayuda, Y espada de tu gloria. Tus enemigos simularán someterse ante ti, Y tú pisotearás sus lugares altos."