10. "Cualquiera que te hable, tráemelo, y no te molestará más," dijo el rey.
11. Y ella dijo: "Le ruego, oh rey, que se acuerde del SEÑOR su Dios, para que el vengador de sangre no aumente el daño, no sea que destruya a mi hijo." Y él dijo: "Vive el SEÑOR, ni un pelo de tu hijo caerá a tierra."
12. Dijo entonces la mujer: "Permita que su sierva diga una palabra a mi señor el rey." "Habla," le dijo David.