2 Crónicas 18:1-13 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

1. Josafat tenía grandes riquezas y gloria; se emparentó con Acab.

2. Algunos años después descendió a Samaria para visitar a Acab. Y Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para el pueblo que estaba con él, y lo persuadió a que subiera con él contra Ramot de Galaad.

3. Acab, rey de Israel, le preguntó a Josafat, rey de Judá: "¿Irás conmigo contra Ramot de Galaad?" Y Josafat le respondió: "Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; estaremos contigo en la batalla."

4. Dijo además Josafat al rey de Israel: "Te ruego que primero consultes la palabra del SEÑOR."

5. Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, 400 hombres, y les preguntó: "¿Iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir?" "Suba," contestaron ellos, "porque Dios la entregará en mano del rey."

6. Pero Josafat dijo: "¿No queda aún aquí algún profeta del SEÑOR para que le consultemos?"

7. Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla." "No hable el rey así," dijo Josafat.

8. Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: "Trae pronto a Micaías, hijo de Imla."

9. El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus mantos, en la era, a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

10. Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho cuernos de hierro y decía: "Así dice el SEÑOR: 'Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'"

11. Y todos los profetas profetizaban así, diciendo: "Sube a Ramot de Galaad y tendrás éxito, pues el SEÑOR la entregará en manos del rey."

12. El mensajero que fue a llamar a Micaías le advirtió: "Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Por esto te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente."

13. Pero Micaías le contestó: "Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré."

2 Crónicas 18