6. Pero la que se entrega a los placeres desenfrenados, aun viviendo, está muerta.
7. Ordena también estas cosas, para que sean irreprochables.
8. Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
9. Que la viuda sea puesta en la lista sólo si no es menor de sesenta años, habiendo sido la esposa de un solo marido,