11. Pero Noemí insistió:— Volveos, hijas mías. ¿A qué vais a venir conmigo? Ya no tendré más hijos que puedan casarse con vosotras.
12. Volveos, hijas mías, y marchaos, que soy demasiado vieja para casarme. Y aunque pensara que aún tengo esperanzas y me casara esta misma noche y tuviera hijos,
13. ¿ibais a aguardar vosotras hasta que fueran mayores, renunciando por ellos a casaros de nuevo? No, hijas mías. Mi pena es mayor que la vuestra, pues la mano del Señor se ha excedido conmigo.