13. Por el contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.
14. Ellos no pueden corresponderte; y precisamente por eso serás feliz, porque tendrás tu recompensa cuando los justos resuciten.
15. Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa dijo a Jesús:— ¡Feliz aquel que sea invitado a comer en el reino de Dios!
16. Jesús le contestó:— Una vez, un hombre dio una gran cena e invitó a muchos.
17. Cuando llegó el día de la cena, envió a su criado para que dijera a los invitados: “Venid, que ya está todo preparado”.