40. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo de fuera no hizo también lo de dentro?
41. Dad limosna de lo que tenéis dentro, y de ese modo todo quedará limpio en vosotros.
42. ¡Ay de vosotros, fariseos, que ofrecéis a Dios el diezmo de la menta, de la ruda y de toda clase de hortalizas, pero no os preocupáis de mantener la justicia y el amor a Dios! Esto último es lo que deberíais hacer, aunque sin descuidar lo otro.
43. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os gusta ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y ser saludados en público!
44. ¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros ocultos a la vista, sobre los que pisa la gente sin saberlo!
45. Uno de los doctores de la ley le contestó:— Maestro, diciendo esto nos ofendes también a nosotros.