24. El cuarto año todos los frutos serán consagrados al Señor en una fiesta de acción de gracias.
25. Y el quinto año podréis ya comer su fruto y almacenar vuestras cosechas. Yo soy el Señor, vuestro Dios.
26. No comeréis nada con su sangre. No practicaréis la adivinación ni la astrología.