20. diciendo: Estaes la sangre que ratifica la alianza que Dios ha establecido con vosotros.
21. Después roció con sangre la Tienda de la presencia y todos los objetos reservados para el culto.
22. Y es que, según la ley, prácticamente todas las cosas se purifican mediante la sangre y, si no hay derramamiento de sangre, tampoco hay perdón.