11. De ese mensaje Dios me ha constituido pregonero, apóstol y maestro.
12. Por su causa soporto todas estás penalidades. Pero no me avergüenzo; sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que tiene poder para proteger hasta el día del juicio* la enseñanza que me ha confiado.
13. Toma como norma la auténtica enseñanza que me oíste acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.
14. Y, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros, guarda la hermosa enseñanza que te ha sido confiada.