9. La mujer dijo a su marido:— Mira, creo que ese que nos visita cada vez que pasa es un profeta santo.
10. Vamos a construirle en la terraza una habitación pequeña con una cama, una mesa, una silla y un candil, para que se aloje en ella cuando venga a visitarnos.
11. Un día que Eliseo llegó allí, subió a la terraza y se acostó en la habitación.