7. ya no podrán comer sangre ni ningún otro alimento prohibido». Todos los sobrevivientes de ellos pertenecerán a nuestro Dios; harán parte de las familias de Judá. Ecrón se convertirá también en parte de mi pueblo, al igual que los jebuseos.
8. Protegeré mi casa y no permitiré que nadie entre a atacarla. Nunca más permitiré que los enemigos se aprovechen de mi pueblo, porque he visto con mis propios ojos su sufrimiento.
9. ¡Sion, alégrate! ¡Jerusalén, grita de alegría! Mira, tu rey se acerca; él es justo y victorioso. Sin embargo, es humilde, va montado en un burro.
10. El rey destruirá los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén. Destruirá las armas de guerra y anunciará la paz para las naciones. Él gobernará de mar a mar, desde el río Éufrates hasta los lugares más lejanos de la tierra.