1. Pero ese día se abrirá un manantial para la familia de David y para los habitantes de Jerusalén. Ese manantial limpiará sus pecados y sus impurezas.
2. El SEÑOR Todopoderoso dice: «Ese día haré que la gente de esta tierra deje de adorar a sus estatuas. Se olvidarán hasta los nombres de los dioses falsos. Haré que desaparezcan de la tierra los falsos profetas y el deseo de adorar ídolos, que hace impuro el pueblo.