15. pero estoy muy enojado con las naciones que se sienten tan seguras. Con Israel me enojé sólo un poco y por eso usé a esas naciones para que le dieran su castigo. Pero esas naciones le causaron demasiado sufrimiento a mi pueblo».
16. Debido a eso el SEÑOR dice: «Regresaré a Jerusalén y le mostraré mi compasión. Jerusalén será reconstruida, y mi casa será edificada allí, dice el SEÑOR Todopoderoso».
17. El ángel también me dijo que anunciara esto: El SEÑOR Todopoderoso dice: «Mis ciudades serán ricas de nuevo. El SEÑOR consolará a Sion, y elegirá de nuevo a Jerusalén».
18. Luego levanté la mirada y vi cuatro cuernos.
19. Entonces pregunté al ángel que hablaba conmigo: —¿Qué significan estos cuernos? Él me dijo: —Estos cuernos representan las naciones que desterraron a tierras lejanas a los habitantes de Judá, Israel y Jerusalén.
20. Después de eso el SEÑOR me mostró cuatro herreros.
21. Yo pregunté: —¿Qué trabajo vienen a hacer estos hombres? Él respondió: —Los cuernos representan las naciones que desterraron al pueblo de Judá, hasta el extremo de que nadie podía levantar la cabeza. Estos herreros vienen a aterrorizar a esas naciones. Van a destruir y a desterrar las naciones que se levantaron contra Israel y desterraron su gente a tierras lejanas.