Santiago 2:2-16 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

2. Supongan que dos hombres entran a su reunión: uno con anillo de oro y muy bien vestido, el otro muy pobre y con la ropa toda sucia.

3. Y supongan que ustedes dan especial atención al que está bien vestido y le dicen: «Tome asiento, aquí hay un buen lugar» y le dicen al pobre: «Usted quédese parado allí» o «Siéntese en el suelo».

4. Si actúan así, se hacen jueces de los demás, y jueces injustos. ¿Acaso hacer eso no es discriminar?

5. Escuchen, mis estimados hermanos: Dios eligió a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe; ellos recibirán de herencia el reino que Dios prometió a los que lo aman.

6. Pero ustedes no han mostrado respeto por el pobre. ¡Eso es absurdo! ¿Acaso no son los ricos los que los explotan a ustedes? ¿No son ellos mismos los que los arrastran a los tribunales?

7. ¿No son ellos quienes han hablado mal del buen nombre de Cristo, el Señor de ustedes?

8. Lo que ustedes deberían hacer es cumplir la ley que rige sobre todas las demás, tal como está en la Escritura: «Ama a tus semejantes como te amas a ti mismo».

9. Pero si ustedes discriminan a los demás, están pecando y son culpables de violar esa ley.

10. Pues si ustedes cumplen toda la ley de Dios pero la desobedecen en un solo punto, son culpables de desobedecer toda la ley.

11. Puesto que Dios dijo: «No cometas adulterio», y también dijo: «No mates», si no cometen adulterio pero matan a alguien, ustedes son culpables de violar la ley.

12. La ley de la libertad será la que los juzgue a ustedes, tengan eso en cuenta en todo lo que digan y hagan.

13. Dios juzgará sin compasión a los que no han tenido compasión de los demás. ¡La compasión triunfa sobre el juicio!

14. Hermanos míos, ¿de qué puede servir que alguien diga que tiene fe si no hace el bien? ¿Lo podrá salvar esa clase de fe?

15. Supongamos que un hermano o hermana tiene necesidad de vestido o comida.

16. Llega uno de ustedes y le dice: «¡Que Dios lo bendiga, abríguese y aliméntese!» Sin embargo, si no le da lo que realmente necesita en ese momento, ¿de qué sirve?

Santiago 2