1. ¡SEÑOR, escucha mis palabras! Presta atención a mis gemidos.
2. Mi Rey y Dios, escucha el grito de socorro que a ti suplico.
3. SEÑOR, tú escuchas mi voz cada mañana en oración; cuidadosamente te presentaré mi caso y esperaré atentamente tu respuesta.
4. Dios mío, a ti no te agrada el mal, no permites que los perversos estén cerca de ti.