Salmos 32:1-7 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados.

2. Qué afortunados son los que el SEÑOR considera inocentes porque no mintieron en cuanto a sus pecados.

3. Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más.

4. Dios mío, tú hacías mi vida cada día más difícil. Llegué a ser como tierra que se seca en verano. Selah

5. Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah

6. Por eso, todos tus seguidores deben orar a ti. Y así, aunque estén en mil dificultades, nada malo les sucederá.

7. Tú eres mi refugio, me rodeas y proteges. Por todos lados te escucho gritándome alegremente que tenga en cuenta que tú me has salvado. Selah

Salmos 32