17. En ellos hacen las aves sus nidos; en los pinos vive la cigüeña.
18. Las altas montañas son el hogar de la cabra, y en los peñascos se refugia el damán.
19. Tú nos diste la luna para mostrarnos cuándo comienzan los días festivos; y el sol que sabe cuándo ocultarse.
20. Tú haces la oscuridad y llega la noche, entonces salen los animales del bosque.
21. Los leones rugen cuando agarran su presa, le piden su comida a Dios.
22. Entonces sale el sol, los animales regresan a su habitación a descansar,
23. y la gente sale a trabajar hasta el anochecer.
24. SEÑOR, ¡qué numerosas son tus obras, todas ellas nos muestran tu sabiduría! La tierra está llena de tus criaturas.
25. Allí está el mar, tan inmenso, donde viven tantas criaturas. Hay criaturas grandes y pequeñas; son muchas, imposibles de contar.
26. Los barcos viajan por el mar mientras juega allí Leviatán, la criatura que tú hiciste.
27. Todos ellos dependen de ti; tú les das su alimento en el momento adecuado.
28. Tú les das y ellos recogen; abres tus manos y comen hasta quedar satisfechos.
29. Cuando te alejas de ellos, se asustan; si les quitas el aliento, mueren y se vuelven polvo de nuevo.
30. Pero cuando tú envías tu Espíritu, ellos recobran su salud y así haces que la faz de la tierra se renueve.
31. Que la gloria del SEÑOR permanezca para siempre; que el SEÑOR disfrute de su creación.