19. Así que si alguno me preguntara: «Si nadie puede resistirse a lo que Dios quiere, ¿por qué, entonces, Dios nos echa la culpa?»
20. ¡Hombre, no salgas con esas! Sólo eres un ser humano y no tienes derecho a pedirle cuentas a Dios. La olla de barro no le puede decir al que la hizo: «¿Por qué me hiciste así?»
21. El alfarero tiene derecho a decidir qué quiere hacer con el barro y puede hacer del mismo barro un fino jarrón o una jarra ordinaria.
22. Eso mismo sucede con lo que Dios ha hecho. Dios quiso mostrar su ira y también quiso dar a conocer su poder a la gente. Por eso ha soportado con paciencia a aquellos que lo hacen enojar, quienes serán destruidos.