1. Hijo mío, no olvides mis enseñanzas; y ten en mente mis mandamientos,
2. porque alargarán tu existencia y te darán años de vida y paz.
3. Que el fiel amor y la lealtad nunca te abandonen. Átalos a tu cuello, escríbelos en tu corazón,
4. así recibirás la aprobación y el aprecio de Dios y de la gente.
5. Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.
6. Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas, y él te ayudará a vivir rectamente.
7. No te creas más sabio que los demás; respeta al SEÑOR y aléjate del mal,
8. pues eso será como medicina para tu cuerpo y como un refresco para tus huesos.
9. Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas,
10. así estarán repletos tus graneros y rebosantes tus depósitos de vino.