8. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan, incluso antes de que se lo pidan.
9. Ustedes deben orar así: “Padre nuestro que estás en los cielos, que siempre se dé honra a tu santo nombre.
10. Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.
11. Danos hoy los alimentos que necesitamos cada día,
12. y perdona nuestros pecados como nosotros también perdonamos a los que nos han hecho mal.
13. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno”.
14. »Porque si ustedes perdonan a los demás el mal que les hagan, su Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.
15. Pero si ustedes no los perdonan, su Padre tampoco los perdonará a ustedes.
16. »Cuando ayunen, no pongan cara de tristeza como los hipócritas que ponen caras afligidas para que la gente vea que están ayunando. Les digo la verdad: ellos ya han recibido su recompensa.
17. Pero tú cuando ayunes, arréglate bien y lávate la cara
18. para que así no se den cuenta de que estás ayunando. Así sólo lo verá tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre que ve todo lo que se hace en secreto, te dará tu recompensa.
19. »No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos.
20. Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos.
21. Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.
22. »La lámpara del cuerpo son los ojos. Si miras a otros con ganas de ayudarles, todo tu cuerpo estará lleno de luz.