63. Pero Jesús se quedó callado. Entonces el sumo sacerdote le dijo: —Te estoy poniendo bajo juramento en el nombre del Dios viviente. Dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
64. Jesús le dijo: —Tú lo has dicho. Sin embargo les digo que ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, llegando en las nubes del cielo.
65. El sumo sacerdote se rasgó los vestidos y dijo: —Él ha ofendido a Dios. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Escuchen, ustedes acaban de oír semejante ofensa!
66. ¿Qué piensan? Ellos respondieron: —¡Es culpable y merece morir!
67. Luego le escupieron a Jesús en la cara y le dieron puñetazos. Otros le daban cachetadas
68. y decían: —¡Demuéstranos que eres profeta, Mesías, dinos quién te pegó!