Mateo 26:42-50 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

42. Una vez más, se fue y oró así: «Padre mío, si no es posible que me quites esta copa, haz lo que tú quieras».

43. Entonces vino y los encontró durmiendo otra vez porque no podían mantener los ojos abiertos.

44. Los dejó, se fue de nuevo y empezó a orar por tercera vez con las mismas palabras de antes.

45. Luego volvió a donde estaban sus seguidores y les preguntó: —¿Todavía están durmiendo y descansando? Pues llegó el momento en el que el Hijo del hombre será entregado en manos de pecadores.

46. ¡Levántense y vámonos! ¡Miren, aquí está el que me va a traicionar!

47. Mientras Jesús todavía estaba hablando, llegó Judas, uno de los doce seguidores. Venía acompañado de mucha gente con espadas y garrotes. Eran enviados por los jefes de los sacerdotes y los ancianos líderes del pueblo.

48. El que lo traicionaba les había dado una señal, diciéndoles: «Al que yo salude con un beso, ese es. Arréstenlo».

49. Inmediatamente, Judas se acercó a Jesús y le dijo: —¡Hola, Maestro! Y le dio un beso.

50. Jesús le dijo: —Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces se acercaron, lo agarraron y lo arrestaron.

Mateo 26