Mateo 26:37-45 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

37. Luego tomó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo con él y comenzó a sentirse triste y angustiado.

38. Después les dijo: —¡Mi tristeza es tan grande que me siento morir! Quédense aquí, manténganse despiertos conmigo.

39. Caminó un poco, se postró rostro en tierra y oró así: «Padre mío, si es posible, no me dejes tomar esta copa. Sin embargo, no hagas lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

40. Después regresó a sus seguidores, los encontró durmiendo y le dijo a Pedro: —¿No pudieron estar despiertos conmigo por una hora?

41. Quédense despiertos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.

42. Una vez más, se fue y oró así: «Padre mío, si no es posible que me quites esta copa, haz lo que tú quieras».

43. Entonces vino y los encontró durmiendo otra vez porque no podían mantener los ojos abiertos.

44. Los dejó, se fue de nuevo y empezó a orar por tercera vez con las mismas palabras de antes.

45. Luego volvió a donde estaban sus seguidores y les preguntó: —¿Todavía están durmiendo y descansando? Pues llegó el momento en el que el Hijo del hombre será entregado en manos de pecadores.

Mateo 26