Marcos 2:1-17 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Unos días después Jesús regresó a Capernaúm. Se escuchó el rumor de que él estaba en casa.

2. Se reunió tanta gente que no quedaba espacio ni en la puerta. Cuando Jesús les estaba enseñando,

3. vinieron y le trajeron a un paralítico cargado por cuatro hombres.

4. Pero como había tanta gente, no podían acercarlo a Jesús. Así que quitaron parte del techo e hicieron un hueco por donde bajaron la camilla con el enfermo.

5. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados quedan perdonados.

6. Entre la multitud estaban sentados unos maestros de la ley que pensaban:

7. «¿Por qué se atreve este hombre a hablar así? Es una ofensa a Dios. El único que puede perdonar pecados es Dios».

8. Jesús supo inmediatamente lo que estaban pensando y les dijo: —¿Por qué están pensando así?

9. Tal vez piensen que es más fácil que yo le diga a este paralítico: “Tus pecados quedan perdonados”, porque eso no se puede comprobar. Pero si le digo: “¡Levántate, recoge tu camilla y anda!”

10. y así sucede, entonces quedará comprobado que el Hijo del hombre tiene en la tierra el poder de perdonar pecados. Así que Jesús le dijo al paralítico:

11. —A ti te digo: ¡Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa!

12. Entonces, el hombre se levantó, y enseguida recogió su camilla y salió caminando frente a todos. Todos estaban asombrados y alababan a Dios diciendo: —Nunca hemos visto algo así.

13. Jesús salió otra vez hacia la orilla del lago. Toda la multitud lo siguió, y él les enseñaba.

14. Jesús iba caminando y vio a Leví hijo de Alfeo sentado en el lugar donde se pagaban los impuestos. Jesús le dijo: —Sígueme. Entonces Leví se levantó y lo siguió.

15. Después Jesús fue a cenar a casa de Leví. Muchos cobradores de impuestos y pecadores cenaron con Jesús y sus seguidores, porque muchos de ellos también lo siguieron.

16. Cuando los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron que Jesús estaba comiendo con cobradores de impuestos y pecadores, les preguntaron a los seguidores de Jesús: —¿Por qué come él con cobradores de impuestos y pecadores?

17. Jesús los oyó, y les dijo: —Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí. Yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a los pecadores.

Marcos 2