Marcos 12:6-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

6. »Ya el hombre no tenía a quién más enviar, sino a su hijo amado. El hombre lo envió por último y pensó: “A mi hijo sí lo respetarán”.

7. Pero los labradores se dijeron unos a otros: “Este es el heredero, ¡vamos a matarlo para quedarnos con la herencia!”

8. Así que lo agarraron, lo mataron y luego lo tiraron fuera del viñedo.

9. ¿Qué hará después el dueño del viñedo? Irá al viñedo, matará a los labradores y lo dará a otros.

10. Seguramente habrán leído las Escrituras que dicen: “La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra principal.

11. Esto fue lo que hizo el Señor y es maravilloso verlo”».

12. Querían arrestarlo porque sabían que la historia que había contado se trataba de ellos. Pero como tenían miedo de la gente, entonces lo dejaron y se alejaron de Jesús.

13. Después le enviaron a Jesús algunos de los fariseos y algunos herodianos, para atraparlo en algo que él dijera.

14. Ellos fueron y le dijeron: —Maestro, sabemos que eres un hombre honesto. No te dejas llevar por lo que piensen los demás pues para ti todos son iguales. Enseñas con sinceridad el camino de Dios. Dinos, ¿está bien que paguemos impuestos al emperador? ¿Debemos pagarlos o no?

15. Pero él vio su hipocresía y les dijo: —¿Por qué tratan de ponerme una trampa? Denme una moneda de plata. Déjenme verla.

16. Ellos le dieron una moneda y Jesús preguntó: —¿De quién es la imagen que está en la moneda y el nombre que está escrito en ella? Ellos dijeron: —Del emperador.

17. Entonces Jesús les dijo: —Den al emperador lo que es del emperador y a Dios lo que es de Dios. Se asombraron de lo que Jesús dijo.

18. Entonces unos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron a Jesús y le preguntaron:

19. —Maestro, Moisés nos escribió que si un hombre casado moría sin haber tenido hijos, su hermano debía casarse con la viuda. De esa manera los hijos que tuvieran serían considerados hijos del hermano fallecido.

20. Una vez hubo siete hermanos. El primero murió sin dejar hijos,

Marcos 12