9. Al oír esto, Jesús se admiró mucho del capitán, se volvió a la multitud que lo seguía y dijo: —Les aseguro que ni en Israel he visto una fe tan grande.
10. Al regresar a la casa, los que habían sido enviados encontraron que el siervo estaba sano.
11. Un poco después, Jesús fue a un pueblo llamado Naín. Sus seguidores y una gran multitud lo acompañaban.
12. Cuando él llegó cerca de la entrada del pueblo, llevaban a enterrar al hijo único de una viuda. La viuda iba acompañada de mucha gente.
13. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: —No llores.