19. Los hombres que nos perseguían eran más rápidos que las águilas del cielo. Nos persiguieron en las montañas y prepararon una emboscada en el desierto para atraparnos.
20. Atraparon a nuestro rey, el consagrado por el SEÑOR y que era para nosotros como el aire que respiramos. Nosotros creíamos que nuestro rey nos protegería de todas las naciones.
21. Canta y celebra, pueblo de Edom, que vives en la tierra de Uz, pero recuerda que la copa del sufrimiento también llegará hasta ti. Beberás de esa copa, te embriagarás y serás desvestido.
22. Tu castigo ha terminado, Sion; no te volverán a tomar prisionera. Ahora, pueblo de Edom, el Señor castigará tu crimen; te castigará por tus pecados.